Ancla Life abre el capítulo que le faltaba al libro del emprendimiento: el de la salud mental

Ana Delgado • 26 de enero de 2023

Ancla Life nace para eliminar el estigma que rodea la salud mental en el ámbito emprendedor. Se trata de una asociación creada por emprendedores para emprendedores de alto impacto con el propósito de ayudarles a avanzar en sus proyectos sin poner en riesgo el equilibrio entre su salud física y mental.

Ancla Life, la asociación enfocada a eliminar el estigma que rodea la salud mental en el ámbito emprendedor ha presentado esta mañana el programa piloto que ha puesto en marcha para reducir la ansiedad, el estrés y la depresión y con el que aspira a ser un referente para los emprendedores en España. 

El origen

El origen de Ancla Life tiene nombre de emprendedor: Diego Ballesteros. Después de 25 años emprendiendo y tres exits en su haber, fue en la primavera de 2020, en pleno confinamiento, cuando Ballesteros cae en una depresión que resume como “bastante complicada”. Estaba entonces al frente de su quinto proyecto, al que la pandemia condujo a una situación crítica que le obligó a buscar una ronda de inversión in extremis para poder salvar la compañía.


Posiblemente fuese la ronda la gota que desbordó el vaso que ya estaba lleno sin que él lo supiera, pero supuso también un punto de inflexión en su vida. En medio de la depresión empezó a plantearse muchas preguntas tratando de entender lo que había sucedido en su mente y, cuando empezó a entenderlo, “me asusté mucho”, reconoce


Quiso compartir sus reflexiones con otro emprendedor, Pablo Nebrera. A este le expuso su interés en montar algo que ayudara a otros emprendedores a evitar el pozo en el que él cayó. El cofundador y CEO de Brooklyn Fitboxing International no tuvo duda en sumarse al proyecto pensando, sobre todo, “en que podía ser una onda expansiva que mejorase muchísimo la manera de gestionar una startup con el impacto que ello supone para las miles de personas que trabajan en ellas”.


El tercero es sumarse a la iniciativa fue Gustavo G. Diex, director de investigación y fundador de Nirakara, un instituto de investigación y formación en ciencias cognitivas. A estos correspondía dotar de solvencia y peso científico al proyecto.

Qué es Ancla Life

Con estas mimbres empieza a gestarse el proyecto de Ancla Life a mediados de 2021, una vez que Diego Ballesteros hubo superado la depresión. Con el primer programa piloto ya en marcha, la iniciativa se ha presentado hoy de manera oficial en las instalaciones de Sngular, en Madrid, a numerosos emprendedores e inversores que han asistido al acto.


Ancla nace como asociación de emprendedores para emprendedores de alto impacto. La pretensión es convertirlo en “punto de información, de apoyo y de encuentro para emprendedores”. Se trata de facilitar información y herramientas para que aquellos emprendedores que se animen a lanzar una compañía sepan de antemano a lo que se van a exponer y cómo gestionarlo.


Para ello se basan en cuatro pilares principales:


1.-Acabar con el estigma de la salud mental. Afecta a todos, pero en el caso de los emprendedores con mayor virulencia. Difícil mostrarse débil a un emprendedor que ha de afrontar sucesivas reuniones con inversores, con clientes, con el equipo…y que muchas veces se presenta en los medios de comunicación como caso de éxito. 


2.-La información. Proveer a los emprendedores de la información y el conocimiento necesarios para detectar de manera temprana los cambios que se están operando en su cuerpo y mente para corregirlos a tiempo.


3.-El entrenamiento. Compara Ballesteros a muchos emprendedores con corredores que participan en una maratón de montaña sin haberse entrenado previamente, “y hasta con un esguince si hace falta”, algo que a ningún corredor profesional se le pasaría por la cabeza. 


4.-La comunidad. Se trata de que los emprendedores encuentren en Ancla un lugar donde sincerarse, compartir inquietudes, intereses o aprendizajes pero también un ‘botón rojo’ por si alguien lo tiene que pulsar. 

Algunos de los emprendedores presentes en el acto de presentación de Ancla

¿Qué es un emprendedor de alto impacto?


Por emprendedores de alto impacto (HIE) se entienden aquellas personas o equipos que acometen un proyecto dentro de lo que se conoce como la nueva economía. Con ello se hace referencia especialmente a los modelos de startups obligadas a crecer de forma rápida. Los estresores, en este caso, varían mucho de otro tipo de emprendimientos, como pueden ser montar un restaurante o abrir una panadería. 


En una startup, el bucle se acelera de forma exponencial. Lo habitual es acudir a rondas de financiación, abordar la internacionalización de forma temprana, contratar y despedir deprisa…Es un tipo de emprendimiento distinto con una presión añadida que pone en riesgo el equilibrio de las personas como pone de manifiesto el hecho estar asociado con altos niveles de estrés y mayor riesgo de insomnio.

Los estresores de los emprendedores

Pablo Nebrera ha sido el encargado de poner en relieve algunos de los principales desencadenantes de situaciones de estrés y ansiedad que viven de manera prolongada la mayor parte de los emprendedores de alto impacto, a los que él se ha referido como estresores del emprendedor. Estos son algunos:


Las comparativas: Muchos emprendedores entran en una dinámica de hacer comparativas de números de forma permanente: de cuánto es tu ronda, en cuánto está valorada tu startup… “al final se crea una identificación de éxito relacionada con los números o los KPIs que lo que hace es romper tu equilibrio personal. Pones el éxito fuera de ti y pierdes el control”.


La ilusión de control. “Pensamos que controlamos nuestro plan de negocio y que todo depende de nosotros. Si se hace bien, va a ir todo bien y lo mismo a la inversa, pero la realidad es bien distinta porque existen muchos factores externos que no forman parte de nuestro plan, pero que acaban siendo determinantes en el negocio, como ha evidenciado la pandemia”. 


Invulnerabilidad. «Parece que tenemos que ser super hombres, que lo sabemos todo, que tenemos siempre la respuesta preparada…y esto genera en muchos una sensación de impostor, de personaje con el que no te identificas en realidad. Esto termina provocando inseguridad, te desconectas de ti mismo y de los demás”


La gestión de la incertidumbre es brutal. “Los pivotajes, los vaivenes, los MPV que no funcionan, la ronda que no se cierra y se acaba el dinero…todo esto nos obliga estar proyectados todo tiempo a futuro, en lugar del presente, estamos siempre haciendo y pocas veces siendo”.

Por qué hacía falta una asociación así

La historia del emprendimiento se escribe, generalmente, en clave de éxito. Como ha observado el CEO de ISDI, Ignacio de Pinedo, “la historia que se está contando es de triunfo, de supermanes que parece que han nacido así. Esto está creando un ejemplo perverso para los emprendedores que vienen. Si se fijan solo en el éxito y no llegan ahí, la posibilidad de frustración y de sensación de fracaso es alta. Hay que hacer un esfuerzo por inculcar todo esto en la narrativa del emprendimiento”.


Al margen de apelar a ese baño de realismo, todos los estresores citados arriba terminan también haciendo mella en el emprendedor, tanto en lo que atañe a su salud física como mental. Lo ha explicado G. Diex poniendo una imagen comparativa entre un cerebro estresado y otro que no lo está.

Cuándo la amígdala se apropia de tu cerebro

Es la parte frontal del cerebro la que sostiene capacidades humanas como la de controlar las emociones, inhibir comportamientos inapropiados, generar mapas a futuro…todo ello funciona a la perfección cuando el cerebro está sin estrés, pero cuando se acumula un estrés crónico o distrés, “lo que ocurre es que hay una parte que se llama la amígdala, que está en la región temporal, que toma el control”. Esa parte es la que nos mantiene alerta en situaciones de peligro, es decir, que nos puede salvar la vida.


“Estamos muy preparados para poder afrontar el estrés agudo, es decir, el que dura un tiempo determinado, pero no estamos tan preparados para sostener el estrés durante mucho tiempo seguido. Cuando eso ocurre nosotros decimos que hay una carga aerostática y puede llevar a problemas”. Entre otros, una pérdida de capacidad, pero también el desarrollo de enfermedades somáticas o trastornos mentales como la depresión.


Asimismo, una de las cosas que han observado en las investigaciones de Nirakara es que las personas que emprenden pueden manifestar dos comportamientos casi dicotómicos. Uno hacia afuera, en el que aparentan estar bien y que pueden resolver los problemas, y otro hacia dentro, donde acumulan una carga que acabará generando trastornos tarde o temprano.

Algo que cala hacia abajo

Además de la necesidad de desmitificar el emprendimiento y de los problemas de salud que puede acarrear, otro de los aspectos positivos que ha querido resaltar Nebrera del programa es el potencial impacto positivo que puede tener no solo en los emprendedores, sino también en los equipos y en los stakeholders con los que trabajan. «Cuando esos fundadores se entrenan y aprenden a gestionar bien las situaciones, acaba impregnando en toda la compañía. Es algo que cala hacia abajo de manera que, al final, se consigue ser mejor emprendedor, mejor persona, más feliz, y hacer más felices a los demás»

El programa

De su diseño y articulación se han encargado, sobre todo, en Nirakara. Gustavo G. Diex, lo define como “un programa psicopedagógico. Esto es, que se contrapone a una terapia, la cual conlleva siempre un diagnóstico previo y un tratamiento adaptado. Psicopedagógico quiere decir que se trata de un programa de entrenamiento en el que hay información conductual y cognitiva sobre, por ejemplo, qué es el estrés, qué fases tiene, cuándo empezar a actuar antes de que se vuelva crónico, detectarlo en otros, cómo afecta al sueño…”


Pero a la información estructurada que corresponde a la parte teórica, se añade la práctica de entrenamiento proporcionando herramientas y ejercicios que se van incorporando semanalmente a modo de puzzle hasta que el emprendedor aprende a manejar el estrés en situaciones de incertidumbre, de rondas de financiación, de presentaciones o cualquier otra”.


En principio, el programa se desarrolla en 10 semanas de duración y tiene un tope de 50 alumnos. Decimos ‘en principio’ porque éste podría evolucionar en función de los resultados que se obtengan del piloto que, desde el mes de abril y hasta el mes de junio, está en marcha con 44 emprendedores participantes.


Aunque el programa se imparte de forma online pudiéndolo consumir cada emprendedor a demanda, consta también de sesiones presenciales de hora y media cada semana con el propósito de que la información y el entrenamiento calen mejor. 


En cuanto a los beneficiarios, ya se ha dicho que se orienta a los emprendedores HIE. No obstante, el programa es de libre acceso pudiendo disfrutar cualquiera que lo desee de los contenidos que se emiten a través del podcast en el que participan otros emprendedores, así como otros vídeos de expertos en salud mental y emocional. 


Los interesados en participar en las sucesivas ediciones, solo tienen que registrarse en el discord . 

La financiación

En lo que atañe a las vías de financiación para sostener a la organización, una parte procederá de las cuotas mensuales de los asociados “pequeñas”, dice Ballesteros. “Evidentemente todo va a estar abierto, la comunidad, los podcast… pero, igual que en otras asociaciones, los participantes pueden apoyar la iniciativa”.


La otra fuente de apoyo en la que confían corresponde a los fondos de inversión, las incubadoras, aceleradoras, escuelas de negocio u otras entidades que quieran incorporar el programa a su itinerario formativo pagando por ello un precio que se estipule.

Algunas conclusiones: los emprendedores con hijos, menos propensos a la depresión


Aunque es pronto para sacar conclusiones de las investigaciones que se están llevando a cabo en Nirakara, cuyos primeros resultados se darán a conocer después de junio, sí que Gustavo G. Diex anticipó una que le había llamado especialmente la atención y es que los emprendedores con hijos parecen menos propensos a vivir situaciones de estrés crónico o trastornos que los que no son padres.

Se ha interesado también Aquilino Peña, fundador de KIBO Ventures, por la posibles diferencias entre los emprendedores y las emprendedoras a lo que G. Diex ha respondido: “No hemos encontrado, por ahora, cambios significativos de género en cuanto al estrés, ansiedad o depresión en esta muestra, pero en otros entornos de alta tensión, no emprendedores, sí suele haber un sesgo en el sentido de que suelen presentar más síntomas las mujeres que los hombres”.

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